El comienzo del fin partió en Tolhuin. Dentro de los otros ciclistas que íbamos a Ushuaia, la mayoría terminando su viaje ahí, había como una especie de nerviosismo, al mismo tiempo ansiedad por llegar y nostalgia por los miles de km avanzados y toda la gente conocida durante tantos meses de viaje. Costaba darse cuenta y «digerir» todo lo que estábamos viviendo. Salimos a eso de las 11 de la mañana y 110 km eran los que teníamos por delante. La sensación ahora era como ir a una titulación. El final de un proyecto, o por lo menos de una parte importante se acercaba. Nuestra meta final era Puerto Williams pero una vez llegando a Ushuaia llegar a Williams no iba a ser complicado, solo cruzar a la isla del frente, por lo que llegar a la ciudad argentina tenía un sentimiento especial. Conversando con Emilio, el dueño de la panadería en Tolhuin, nos contó que en un par de oportunidades acompaño a un par de ciclistas hasta Ushuaia en lo que era la última jornada después de meses, y algunos incluso después de años de pedaleo. En los últimos km´s antes de llegar a la ciudad, contaba Emilio, todos los ciclistas a quienes acompañaba rompían en llanto. Pura emoción, felicidad. Nosotros nos fuimos lento, disfrutamos del paisaje y de los últimos km´s. El camino fue difícil y en un momento parecía que el camino subía y subia y nunca bajaría. Paisajes hermosos, vistas muy lindas desde la cumbre de la cuesta Garivaldi con el lago escondido y más atrás el Fagnano en el fondo. Hasta que de pronto el paisaje cerrado por montañas y bosques se abrió para mostrarnos el canal beagle, el mar nuevamente se hacia ver y notar. Desde ahi solo un par de km´s hasta Ushuaia. Habiamos llegado y ya no había que pedalear más, puesto que desde ushuaia se puede ir a puerto williams solo en un servicio que te lleva directamente hasta la ciudad. Junto a David, nuestro amigo ingles, disfrutamos del último turron que nos quedaba, también el último del viaje, fue el turrón de la victoria. Ushuaia nos recibió con un hermoso día y nosotros llegamos dos días antes de lo previsto. Al viaje no le quedaba nada para terminar. En Ushuaia alojamos en casa de una familia amiga de argentina. Guada, gran amiga, nos recibió muy bien y salimos a compartir junto a ella unas ricas cervezas hechas en la misma Ciudad. Un día para pasiar por la ciudad y luego tomar rumbo a Puerto Williams.
Puerto Williams esta practicamente en frente de ushuaia, al otro lado del canal beagle, en la isla navarino. Tomamos una lancha que nos llevo hasta puerto navarino, y luego un bus que en un trayecto de 50km nos dejaría en el centro de Williams. Estos últimos 50km queríamos hacerlos en bicicleta pero por asuntos migratorios y de policía internacional no estabamos autorizados a bajarnos del bus hasta llegar a puerto williams. Fue una pena, ya que queríamos terminar el viaje como correspondia, o sea en bici, y por otro lado el paisaje era maravilloso, impresionante, y el día tambien estaba muy lindo. Pero bueno no pudimos. Igualmente llegamos a Puerto Williams, en donde nos juntamos con Pamela Tapia, alcaldesa de la ciudad. Tuvimos la oportunidad de conversar una media hora y contarle de nuestra iniciativa y proyecto. Llegamos entonces a destino final, después de meses y miles de km´s de pedaleo. El final no pudo haber sido mejor en todo caso. Puerto Williams es increíble, todos los alrededores, los dientes de navarino que se ven desde la ciudad, acompañado de esa sensación de estar al fin del continente, del mundo, algo único, definitivamente hicieron del final de nuestra expedición uno de verdad perfecto. Que viva la vida y muchos saludos desde más allá del fin del mundo!